Las 6 posibles consecuencias de no tratar tu Diástasis Abdominal

¿Tienes diástasis abdominal pero todavía no has encontrado el momento de ponerte en las mejores manos? En esta entrada del Blog te explico por qué es tan importante tratar tu diástasis abdominal.

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Paula Jorrín Espinosa de los Monteros, Fisioterapeuta Suelo Pélvico

1/22/20253 min read

a person with a towel on their back
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Antes de nada, ¡bienvenida a esta nueva entrada de mi Blog!

Si estás aquí intuyo que algún profesional te ha comentado que tienes diástasis o porque estás buscando información en tu postparto. Sea cual sea tu caso, quédate para entender lo importante que es cuidarte y poner solución a este problema.

Empecemos hablando de "qué es la diástasis abdominal". La diástasis abdominal es la separación que existe entre los músculos rectos abdominales y que se produce por un estiramiento y/o laxitud de la línea alba, es decir, de los tejidos que unen un recto abdominal con el otro. Esta línea alba se vuelve más ancha y fina perdiendo la pared abdominal parte de su integridad y, por tanto, afectándose su función y anatomía.

La mayoría de mujeres consultan por una condición estética: "Esta no es mi barriga.", "Me noto la parte baja del abdomen demasiado hinchada.", etc. Pero, el verdadero problema de esta condición son las complicaciones que pueden derivar de no ponerse en manos de un o una fisioterapeuta especialista en suelo pélvico.

Aquí te dejo las 6 posibles consecuencias más frecuentes:

  1. Abdomen abultado. Aparece un abultamiento, mayor de lo normal, en el abdomen; especialmente, en la parte baja. Esto suele generar una especial preocupación en el postparto. Pero, no solo se trata de una cuestión estética ya que si el abdomen no sostiene la pared abdominal anterior se alteran las presiones que se generan en el interior de la cavidad abdominal y pélvica así como la función de los órganos que contienen.

  2. Problemas digestivos. Muy relacionado con el punto anterior, tenemos los problemas digestivos. Si la pared abdominal no da soporte a los órganos digestivos, éstos pueden ver alterada su motilidad y su movilidad, haciendo que las digestiones sean más molestas, que se acumulen gases en partes concretas del intestino, que el abdomen sea incapaz de contraerse de forma refleja para evacuar las heces, etc... Todo esto se traduce en diferente sintomatología: maldigestión, gases, hinchazón, estreñimiento...

  3. Lumbalgia. El mayor porcentaje de lumbalgias tienen su origen en un mal estado de la musculatura abdominal y del suelo pélvico. Cuando hay una diástasis abdominal, ademas de una lesión en el tejido que une los dos rectos abdominales, aparece la condición de que la musculatura que se encarga de estabilizar la columna lumbar se encuentra "débil". Esto hace que se sobrecarguen las estructuras articulares, generando daño en los tejidos, inflamación y, por tanto, dolor.

  4. Pérdidas de orina, gases y heces. Como hablábamos en el punto 1, una incompetencia de la pared abdominal anterior hace que cambien las presiones que se generan en la cavidad pélvica. Mientras que en un abdomen competente la mayor parte de presiones se van a dirigir hacia el "rafe anococcígeo" o parte posterior del suelo pélvico, un abdomen incompetente va a generar que estas presiones se desplacen y dirijan hacia la parte anterior del suelo pélvico, donde se encuentra la vagina y donde el refuerzo es prácticamente inexistente. Bien, esta diferencia radica en que en la parte posterior del suelo pélvico tenemos una serie de ligamentos y estructuras "potentes" que son capaces de contrarrestar estas presiones. Sin embargo, la parte anterior del suelo pélvico no dispone de estas estructuras y, ademas, "hay un agujero". Todo esto hace que cuando es la parte anterior del suelo pélvico la que recibe las presiones, no sea capaz de "contrarestarlas" y acabe debilitándose dando lugar a los diferentes tipos de incontinencia.

  5. Prolapsos de órganos pélvicos. Consisten en la caída o desplazamiento de alguno o varios de los órganos pélvicos (vejiga y uretra, útero y recto) hacia la entrada vaginal. Igual que pasa en el punto anterior, si las presiones que se generan en la cavidad pélvica se dirigen hacia la vagina (os hacía referencia a ese "agujero"), vamos a empujar a nuestros órganos pélvicos hacia ella haciendo que desciendan a modo de tobogán.

  6. Hernia abdominal. Una hernia abdominal es cuando una parte de un órgano abdominal o tejido de dentro del abdomen se sale hacia afuera a través de una zona débil o abierta en la línea alba, es decir, en la zona de la diástasis abdominal. Se observa como un abultamiento o protrusión.

Existen otras complicaciones derivadas que suelen ser menos frecuentes pero que también hay que tener en cuenta.

Por eso, si es tu caso o conoces a alguien con diástasis abdominal mi mejor consejo es que se ponga en manos profesionales.

Y, recuerda, la mejor inversión es la que se hace en salud y amor.