¿Es normal tener dolor en las relaciones sexuales tras el parto?

Si has escuchado la frase de que "Es normal tener dolor en las relaciones sexuales tras el parto", si sufres de este problema o si te despierta curiosidad, quédate a leer este post en el que descubrirás cuánto de verdad hay en esa frase.

Paula Jorrín Espinosa de los Monteros

4/4/20253 min read

woman in white dress lying on white bed
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Empecemos esta entrada de Blog con un mensaje alto y claro para que cale de una vez:

¡No! No es normal tener dolor en las relaciones sexuales tras el parto.

El dolor durante la penetración en las relaciones sexuales, también conocido como dispareunia, se produce por alguna condición que hay que diagnosticar y tratar para cortar el problema de raíz. Con una buena comunicación y coordinación, así como un conocimiento general de esta información, es lo que va a garantizar una óptima atención de la mama en el postparto.

En mi recorrido como fisioterapeuta de suelo pélvico, me he sorprendido de ver cómo muchas pacientes habían sentido que se menospreciaba este problema que tanta repercusión puede tener, además, a tantos niveles (psicológico, social, de pareja...). Perdidas han ido dando tumbos de aquí para allá hasta que se han encontrado con quien les abre los ojos y les hace ver que no es normal que la penetración sea dolorosa, aún siendo en el postparto. "¡No es normal y juntas lo vamos a solucionar!" es la frase que tantas veces he repetido y que tanta tranquilidad ha dado a mujeres que, tras varias sesiones, han visto desaparecer su problema volviendo a retomar una vida sexual sana, plena y satisfactoria, viéndose mejorados muchos otros aspectos de su vida.

¡Vamos allá!

Aproximadamente un 50% de las mujeres sufren dolor en las relaciones sexuales (dispareunia) tras el parto. Pero, ¿qué es lo que origina este dolor?

Hay varias causas y las principales son:

  1. Cicatrices. En caso de que haya habido episiotomía o algún desgarro, el proceso de cicatrización y, por tanto, la cicatriz puede generar adherencias. Las adherencias son bandas de tejido cicatricial que se forman entre órganos y tejidos que no están normalmente conectados, limitando así el desplazamiento entre las diferentes capas de tejido. Durante la penetración, la capa mucosa de la vagina y las subyacentes deben deslizarse unas sobre otras, sin embargo, al encontrarse "pegadas" entre sí, este desplazamiento puede ocasionar dolor que el 100% de las mujeres describen como "pinchazos". Dependiendo de la localización y extensión de la cicatriz podemos hablar de dispareunia superficial (episiotomía, desgarros cerca de la entrada vaginal, o de dispareunia profunda (si existiera una cicatriz al final de la vagina). Dependiendo de la posición en la que la mujer este manteniendo relaciones sexuales, el dolor puede aparecer o no. Por ejemplo, en el caso de una episiotomía, donde la cicatriz se encuentra en la parte posterior de la entrada vaginal, en la posición del misionero aparecería dolor; sim embargo, en cuadrupedia podría no aparecer.

  2. "Contracturas" en la musculatura del suelo pélvico. En este caso, el dolor suele notarse al fondo de la vagina (dispareunia profunda), al impactar el pene con la musculatura "dolorida" del suelo pélvico.

  3. Un inicio o grado leve-moderado de vaginismo. El vaginismo es una condición en la que se produce un aumento exagerado del tono muscular, contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico, que dificultan la penetración. En los grados más graves la penetración es imposible.

  4. Prolapso de útero (histerocele). Daría lugar a una dispareunia profunda. Un descenso o caída del útero hacia abajo hace que éste se encuentre más cerca de la entrada vaginal y que, por tanto, durante la penetración pueda producir molestias.

  5. Falta de lubricación. El estado hormonal y los cambios que supone el postparto pueden producir una disminución de la lubricación vaginal que produce sequedad y que hace que, por tanto, las relaciones con penetración sean dolorosas. En estos casos, el uso de lubricante junto con un adecuado asesoramiento por parte de tu fisioterapeuta es la solución al problema.

En los casos anteriores, desde la Fisioterapia de Suelo Pélvico, tenemos diferentes técnicas, abordajes y terapias que ayudan a restaurar unas relaciones sexuales indoloras y satisfactorias.

Por eso, ¡ponte en manos de un profesional!