¿Qué es el suelo pélvico y por qué es tan importante? Funciones y disfunciones
Sabías que tu suelo pélvico es más que músculos y que tiene muchas más funciones que la de la continencia urinaria... Adéntrate en esta entrada de Blog para conocer realmente qué es el suelo pélvico, cuáles son sus funciones y qué problemas pueden aparecer cuando falla.
7/20/20255 min read
Introducción al Suelo Pélvico
El suelo pélvico es un sistema complejo formado por diferentes estructuras (fascia, ligamentos, nervios, músculos...) que desempeña un papel crucial en la salud y el bienestar general de una persona. Se localiza en la base de la cavidad pélvica y se extiende desde el pubis hasta el coxis (en sentido anteroposterior) y de isquión a isquión (en sentido lateral).
El suelo pélvico no solo es responsable de sostener los órganos pélvicos, sino que también interviene en funciones esenciales, como la continencia urinaria y anal (fecal y de heces), y juega un papel importante en la sexualidad y el parto además de en el equilibrio y la postura. La integridad de esta estructura es crucial para mantener el equilibrio y prevenir diversas disfunciones que pueden afectar la calidad de vida. La debilidad o daño en este área puede conducir a problemas como la incontinencia, el prolapso de órganos pélvicos y disfunciones sexuales, entre otros.
La relevancia del suelo pélvico se extiende más allá de la función física; tiene un impacto significativo en el bienestar emocional y la salud mental. Existe una conexión evidente entre la salud del suelo pélvico y la autoimagen de una persona, lo que resalta la importancia de esta estructura en la vida diaria. Por lo tanto, es fundamental entender su anatomía, funciones y la forma en que se relaciona con la salud en general, lo que ayuda a fomentar la conciencia sobre la necesidad de cuidar y mantener un suelo pélvico saludable.
Funciones del Suelo Pélvico
Sostén de órganos pélvicos. El suelo pélvico desempeña un papel fundamental en el cuerpo humano, ya que está compuesto por una serie de músculos y ligamentos que ofrecen soporte a los órganos internos, como la vejiga, el útero y el recto. Esta función de soporte es esencial, ya que ayuda a mantener la posición adecuada de estos órganos, lo cual previene condiciones como el prolapsos de órganos pélvicos. Un suelo pélvico tonificado y fuerte es clave para asegurar el correcto funcionamiento de estas estructuras, contribuyendo a una mejor calidad de vida.
Continencia. El suelo pélvico es crucial en la continencia urinaria, fecal y de gases. Los músculos que lo componen actúan como una barrera que controla la liberación de la orina y las heces. La incapacidad de estos músculos para ejercer un control adecuado puede dar lugar a incontinencia, lo que puede afectar significativamente la vida diaria de las personas. Por ejemplo, puede llevar a la restricción en actividades sociales y físicas, generando un impacto negativo en la autoestima y la salud mental.
Función sexual. El suelo pélvico también juega un papel importante en la función sexual. Los músculos de este área participan en la respuesta sexual, facilitando la excitación y el orgasmo. En las mujeres, un suelo pélvico fuerte puede intensificar las sensaciones durante las relaciones sexuales, mientras que en los hombres, se ha asociado a una mejora en el control de la erección. Por lo tanto, la salud del suelo pélvico no solo es vital para las funciones fisiológicas, sino que también influye considerablemente en la satisfacción sexual y en las relaciones interpersonales. Un problema del suelo pélvico en este área puede dar lugar a problemas como impotencia funcional, anorgasmia, dispareunia (dolor durante la penetración), vaginismo...
Disfunciones del Suelo Pélvico
Las disfunciones del suelo pélvico representan una serie de trastornos que afectan tanto a hombres como a mujeres, siendo más prevalentes en ciertos grupos, como las mujeres postparto y las personas mayores, especialmente, mujeres en la etapa de la menopausia. Entre las más comunes se encuentran la incontinencia urinaria, el prolapso de órganos pélvicos y el dolor pélvico crónico. Cada una de estas condiciones tiene un impacto significativo en la calidad de vida de quienes las padecen y requiere un enfoque integral para su manejo.
Incontinencia urinaria. Se produce cuando los músculos del suelo pélvico no pueden soportar adecuadamente la vejiga, lo que puede llevar a pérdidas involuntarias de orina. Existen diferentes tipos de incontinencia, incluyendo la incontinencia de esfuerzo, que suele ocurrir al realizar actividades que aumentan la presión intraabdominal, como toser o hacer ejercicio, y la incontinencia de urgencia, que se manifiesta con un deseo urgente de orinar que puede no ser posible controlar. Entre los factores que contribuyen a esta disfunción se encuentran los embarazos, el parto vaginal y la menopausia, que afectan la estructura y función del suelo pélvico.
Prolapso de órganos pélvicos ocurre cuando las estructuras que sostienen los órganos, como la vejiga, el útero y el recto, se debilitan y descienden hacia la vagina. Esto puede causar síntomas como presión, incomodidad y, en algunos casos, dificultades urinarias. Factores como el envejecimiento, la obesidad y el esfuerzo repetido durante el parto están asociados con un mayor riesgo de prolapso.
Disfunciones sexuales. Una alteración en el tono y la fuerza muscular y, por tanto, en la capacidad de la musculatura de responder a estímulos externos puede hacer que las relaciones sexuales, especialmente con penetración, sean dolorosas o imposibles de ejecutar por un vaginismo o una impotencia funcional. Lesiones y heridas sobre las estructuras del suelo pélvico, pueden hacer que estas relaciones sean dolorosas también. Te recomiendo leer el post "
Dolor pélvico crónico. Otro trastorno que puede estar vinculado a disfunciones del suelo pélvico, afectando funciones sexuales y urinarias. Puede ser causado por lesiones, infecciones o tensiones musculares en la región.
En conclusión, reconocer y abordar estas disfunciones del suelo pélvico es crucial para mejorar la salud y calidad de vida de los individuos afectados.
Causas de las Disfunciones del Suelo Pélvico
Las disfunciones del suelo pélvico se pueden atribuir a una variedad de factores que afectan tanto a mujeres como a hombres. Uno de los factores más significativos es el embarazo. Durante esta etapa, el aumento de peso y la presión sobre los músculos del suelo pélvico pueden ocasionar debilidad en esa zona, lo que puede dar lugar a problemas como la incontinencia urinaria o el prolapso. Además, el propio proceso del parto puede contribuir a estas disfunciones, ya que el paso del bebé por el canal de parto puede lesionar los tejidos y estructuras del suelo pélvico.
Otro aspecto crucial a considerar son los cambios hormonales que ocurren durante la menopausia. La disminución de estrógenos puede afectar la salud muscular y la elasticidad de los tejidos en el área pélvica, aumentando el riesgo de disfunciones. La obesidad también juega un papel importante; el exceso de peso puede ejercer una presión adicional sobre los músculos del suelo pélvico, debilitándolos y contribuyendo a la aparición de problemas de incontinencia.
El sedentarismo es otro factor de riesgo que puede impactar la función del suelo pélvico. La falta de actividad física debilita los músculos del cuerpo en general, y el suelo pélvico no es la excepción. Asimismo, cuestiones genéticas como la predisposición a ciertas condiciones médicas pueden influir en la fortaleza y la funcionalidad del suelo pélvico. La edad, por su parte, es un factor inevitable, ya que con el tiempo los tejidos tienden a perder tono y elasticidad, lo que puede derivar en disfunciones a medida que avanza la vida.
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